El presidente Luis Arce en su último mensaje comunicó sobre la aplicación de diez medidas tendientes a aminorar los efectos de la falta de carburantes, sobre el tema, el economista y docente de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Mirko Gardilcic enfatizó que se trata de medias paliativas y no estructurales; vale decir, no están encaminadas a solucionar el problema de fondo. Explicó que siete de los diez anuncios están dirigidos únicamente a evitar que las personas utilicen el transporte, sea particular o público.

Sin embargo, a su juicio, las otras tres medidas son más importantes porque garantizan el abastecimiento de diésel y gasolina a la producción de alimentos, limita el uso del parque automotor de las entidades del Estado y, finalmente, el gobierno se compromete a garantizar el abastecimiento de combustibles hasta el 80% de la demanda.

“Si bien estas medidas pueden ser interesantes; a mi juicio,  el presidente y sus ministros no se han referido a cómo se aplicarán y, fundamentalmente, cuál su efecto inmediato”, aseguró

En la misma línea, el docente de economía, Rudy Alvis, considera que las medidas planteadas por el órgano ejecutivo solo son parches que no aportar a dinamizar el aparato productivo de todos los sectores. “El  presidente no se refirió a cambiar el modelo económico que, desde mi pinto de vista, ahí se generó el problema de la iliquidez de dólares”.

¿Qué se debería hacer?

Mirko Gardilcic no duda en plantear que lo primero que se tiene que hacer es reconocer que la relación cambiaria del dólar ya no es de Bs. 6.96, más bien, se tiene que aceptar que el mercado paralelo impuso una nueva cotización en función de la oferta y la demanda. La otra medida que considera de urgente aplicación es dejar de subvencionar el precio de los carburantes.

“Si el precio real del diésel y la gasolina es igual a los precios internacionales, el abastecimiento interno está asegurado, además se evitaría el contrabando de carburantes”, explicó, al recordar que los manuales básicos de economía recomiendan que para aumentar las divisas de un país se tiene que incentivar y potenciar las exportación de bienes y productos. En ese mismo orden, exhortó a las autoridades nacionales reducir el gasto público; con esto, preciso que no se refiere necesariamente a la reducción de salarios o el despido de funcionarios públicos, sino a dejar de invertir los pocos dólares que se tiene en empresas públicas que hasta hoy no están presentado los resultados esperados.

“Entonces, de lo que se trata es buscar estrategias para aumentar los ingresos a través de las exportaciones en el mediano y largo plazo, lo que permitirá a la vez el ingreso de divisas; por otro lado, se tiene que evitar el gasto y esto supone no solo dejar de invertir en algunas empresas estatales, sino cerrar otras que solo causan pérdidas. Contradictoriamente, el gobierno hace todo lo contrario, por ejemplo prohíbe la exportación de carne y aplica otras medidas que no atacan al problema de fondo”, sostuvo.

En suma, ambos entrevistados coinciden en que Bolivia no puede seguir viviendo de créditos, peor aún si son destinados al gasto público, cuando lo correcto es prestarse para invertir y producir nuevos ingresos, dijeron.

“Si bien es cierto que existen muchas razones internas y externas que condujeron a la iliquidez de dólares, lo cierto es que el modelo económico aplicado desde el 2006 ya no funciona”, afirmó Gardilcic, al explicar que todo modelo tiene un ciclo y llega un momento en que se convierte en caduco, lo que le impide responder a las necesidades presentes, es lo que ha sucedido en Bolivia, dijo.

Empero, Rudy Alvis duda que por ahora el gobierno emplee cualquier medida que afecte su estabilidad política, porque el ambiente electoral que vive el país ha contaminado el debate sobre la vigencia del modelo económico, lo que no permite actuar con base en objetivos estratégicos que estén al margen del cálculo político; de todos modos, manifestó que no se puede seguir postergando la reducción del gasto público, porque lo poco que ingresa al país es derivado al aparato burocrático del Estado.

“La reducción del gasto público traerá efectos multiplicadores, pero hay que hacerlo porque todo lo que ingresa al país se está gastando en el aparato burocrático que produce ineficiencias en la administración del Estado”, añadió.

Sobre el modelo económico

«El modelo económico  aplicado en Bolivia desde el 2006 ha colapsado», con esas  palabras definió el docente  Mirko Gardilcic al plan de desarrollo nacional impuesto desde hace casi veinte años. Explicó que el modelo estuvo basado en la explotación de las materias primas como generadoras de excedentes  que, en teoría, deberían utilizarse en la ampliación del aparato productivo para que a mediano y largo plazo se convierta en  nueva fuente de ingresos económicos.

En los hechos, afirmó, únicamente se explotaron las reservas de gas y de minerales, pero no se invirtió en la producción de energía eléctrica y menos en recursos ambientales. En la actualidad, la generación de excedentes bajó aproximadamente al 30% y la inversión en las empresas estatales no surtió los réditos esperados, porque muchas de ellas no fueron capaces de crear ganancias; por el contrario, solo reportaron pérdidas.

“El modelo no cumplió con el objetivo de desarrollo económico, creación de nuevos empleos y producir más excedentes. En resumen, el modelo  ha cumplido su ciclo porque las empresas estratégicas del Estado -desde los últimos siete años- no tuvieron la capacidad de rendir excedentes”, no obstante, advierte el profesional, que a sabiendas de esta realidad, el gobierno insistió en la creación de nuevas empresas estatales que no producen excedentes, solo pérdidas.

Sobre el tema, Rudy Alvis considera que ningún modelo económico en sí es malo, ya que lo que define su impacto son las formas de ejecutarlo. Desde ese perspectiva, dijo que la iliquidez del dólares que enfrenta Bolivia es consecuencia de la reducción de las exportaciones en materia Hidrocarburífera, esto se ha producido, dijo, porque en su momento no se realizó la inversión necesaria en el campo petrolero.

“El modelo económico no fue aplicado correctamente, prueba de ello es la inversión en empresas estatales que no funcionan, con esto quiere decir que la causa está en los bajos niveles de eficiencia de la administración pública; son estos factores que incidieron en la crisis económica que  hoy los bolivianos estamos enfrentando”, añadió el docente.

 

JCV

Fuente de consulta: TVU