Luego de tres días intensos de debate entre los delegados que participaron en el II Congreso Interno Estudiantil, al promediar la medianoche del jueves concluyó el evento con la aprobación del nuevo Estatuto Orgánico Estudiantil que, en opinión del ejecutivo de la Federación Universitaria Local (FUL) Sergio Vargas, se trata de un documento normativo que presenta muchos cambios en el ámbito de la organización y gestión de la dirigencia estudiantil, lo que garantizará la democracia interna, la transparencia ejecutiva y pondrá freno a la prórroga y el desorden que se producía durante el proceso de renovación de la Ful y centros de estudiantes.

Entre los cambios más importantes resalta la obligatoriedad de los postulantes a la Ful o centros de estudiantes de formar parte de una organización estudiantil, conformada con un mínimo de tres meses de anticipación al día de la elección. Este cambio se produce para evitar la creación de frentes fantasmas o alianzas esporádicas al calor de la campaña electoral; de este modo, se pretende promover la conformación de organizaciones estudiantiles estables con una sólida base ideológica, además de una estructura interna estable.

“Con esta medida no vamos a tener la improvisación de frentes universitarios; por ejemplo, antes la papeleta electoral incluía 20 o 30 frentes y los estudiantes no sabían quiénes eran, en muchos casos se trataba de frentes fantasmas; Desde ahora, para postular a una elección de la Ful, los estudiantes deben ser parte necesariamente de una organización estudiantil, que estará sujeta a un reglamento específico”, explicó Vargas.

Otro cambio sustancial en el nuevo estatuto tiene que ver con la prohibición de la reelección por un tercer mandato; esto significa que los dirigentes podrán ejercer el cargo solo en dos oportunidades, sea como miembro de la Ful o del centro de estudiantes. “Hemos limitado la permanencia dirigencial; es decir, ahora un estudiante solo tiene derecho a ser dirigente por un lapso de dos gestiones, pudiendo ser primero centro de estudiantes y luego ser parte de la Ful o a la inversa, pero no puede exceder dos gestiones en el cargo de dirigente”, destacó.

En el plano de las prohibiciones, el estatuto es taxativo al sancionar a la organización estudiantil que esté involucrada en hechos de violencia y fraude electoral; en estos casos, la organización será suspendida de manera automática.

El Estatuto también incluye un capítulo sobre la fiscalización y la transparencia de la gestión estudiantil; en ese orden, se estableció que las secretarías ejecutivas deben presentar cada año la rendición de cuentas sobre las actividades realizadas, con base en un libro contable que evidencia el manejo transparente de los recursos económicos que administran la Ful y los centros de estudiantes.

En cuanto al tiempo de mandato, el estatuto respeta el lapso por el que fueron elegidos los dirigentes; esto quiere decir que si un estudiante fue elegido por un periodo de tres años, no puede quedarse en esa función ni un día más, de esa forma se evitará la prórroga, dijo Sergio Varga; ahora bien, desde esta misma lógica, tampoco se puede interrumpir el mandato. “No existe la figura de expulsión ni prórroga. Al cumplir los tres años del mandato, ese día fenece su cargo como dirigente estudiantil”, anotó.

En otro apartado, el documento calificado como histórico por los delegados que participaron en el II Congreso Interno Estudiantil, incluye temas relacionados con la formación académica, la extensión, la investigación, el arte, la cultura y el fomento a la actividad deportiva.

Este nuevo Estatuto entrará en vigencia desde la siguiente Federación Universitaria Local, a ser elegida y posesionada el siguiente año; entretanto, se realizarán las adecuaciones formales, sin cambiar el contenido de lo que se aprobó en el II Congreso; luego se publicará y se socializará entre todos los estudiantes de base; concluidas estas etapas, el Estatuto entrará en vigencia, simultáneamente a la elección de la próxima Ful.

JCV