Uno de los fenómenos  que influye en el crecimiento del círculo  de la pobreza es la migración campo – ciudad, lo que habría provocado, según estudios de la Fundación Jubileo, que once municipios del país  no cuenten ni siquiera con 1000 habitantes y 70 municipios -de los 339 que tiene Bolivia- no alcancen los cinco mil habitantes.

La migración de las poblaciones rurales a los centros urbanos o capitales de Departamento, provocó el desequilibrio demográfico de un municipio a otro; esto repercute, según explicó el investigador José Luis Barrientos, en la asimetría de la distribución de recursos económicos por concepto de Coparticipación Tributaria. Esta situación se manifiesta, por ejemplo en el caso de Chuquisaca, en la imposibilidad de ejecutar proyectos de inversión por falta de dinero, o sea, los proyectos agroproductivos o  relacionados con la salud y educación quedan postergados por la iliquidez de los gobiernos municipales.

Ante este problema de orden nacional, José Luis Barrientos y  el docente de la facultad de Ciencias Agrarias, Carlos Cáceres, presentaron el 2022 la propuesta de fusionar los municipios que tengan escasa población.  El proyecto fue condensado en el libro “Ordenamiento territorial. …por una nueva Chuquisaca”. Los autores de este trabajo plantean -con miras al Censo de Población y Vivienda 2024- que los municipios más pequeños en población e infraestructura (vivienda), se unan con el fin de acceder a mayores recursos de la Coparticipación Tributaria.

El proyecto se sustenta en la ley 031 de Autonomía y Descentralización y en la Constitución Política del Estado que define a Bolivia como un país autonómico. En ese marco normativo, Barrientos considera que los gobiernos municipales y departamentales, en coordinación con el viceministerio de Autonomías, podrían establecer la fusión de algunos municipios antes de la realización del censo del siguiente año.

“Se tendría que realizar el trámite ante esta instancia, con base a las aptitudes económicas, productivas, agro-productivas y culturales de los municipios. Creo que aún estamos a tiempo para plantear estos temas que están  ligados con la migración y el desarrollo de los municipios”, explicó el investigador.

Junto a esta propuesta, se añade la solicitud de modificar una de las preguntas del censo 2024 relacionada con la migración. Se sugiere especificar si ella es permanente o circunstancial. Barrientos da cuenta que, tal cual está ahora la boleta censal, únicamente se pregunta si el ciudadano migró del  lugar de nacimiento, sin considerar otras variables como la migración circunstancial, temporal y definitiva.

Este punto es crucial, asegura el especialista en geodesia, porque el Instituto Nacional de Estadística (INE) da por hecho que la migración  es permanente, sin considerar que esa persona probablemente retorne a su comunidad luego –por ejemplo- de la cosecha de algodón, caña o coca. En este caso, dijo, quien pierde es el municipio expulsor de mano de obra. En la vereda del frente, está el municipio que gana población gracias a la migración transitoria; por lo general se trata  de centros urbanos, capitales de departamento y municipios dedicados a la agroindustria. Esto quiere decir que algunos departamentos crecen ficticiamente en número de habitantes, ventaja que se materializa posteriormente en mayores ingresos económicos.

“En el libro que hicimos, se propone que las migraciones se clasifican en temporales y por radicatoria. Las temporales, se producen (por ejemplo) cuando abandonan sus comunidades de Chuquisaca para trasladarse a Santa Cruz con el fin de trabajar en la cosecha de algodón, caña y otros productos. Este fenómeno ocasiona, por una lado, la variación ficticia de los indicadores de crecimiento poblacional del departamento receptor y, por otro, la disminución (también ficticia) de la población de Chuquisaca durante los días del censo”, señaló Barrientos, al subrayar que esta lógica censal crea ventajas para los departamentos más ricos y perjuicios para los distritos más pobres.

El planteamiento de Barrientos y Cáceres va más allá, aseguran que de cada tres municipios de Chuquisaca puede surgir una subregión, de acuerdo a particularidades agroproductivas, ecológicas, de conexión, culturales y económicas. De esta manera tener la oportunidad de acceder a un mayor porcentaje de la Coparticipación Tributaria y a nuevas inyecciones económicas.

El investigador comentó que si bien su propuesta fue recibida con agrado en el Departamento, la gobernación y los municipios no profundizaron el debate y menos dieron paso a la gestión con el viceministerio de Autonomías; situación distinta a las instituciones de Tarija que trabaja en la actualidad en la fusión de algunos municipios para enfrentar en mejores condiciones los resultados del Censo 2024 y el nuevo pacto fiscal.

JCV