Como no sucede en otras ciudades de Bolivia, la presencia de la Universidad de San Francisco Xavier en Chuquisaca es preponderante, sobre todo en la ciudad de Sucre, porque ejecuta mensualmente en gasto corriente, pago becas, compra de insumos y servicios básico alrededor de 45 millones de bolivianos; en otros términos, esta cifra ingresa al mercado departamental para dinamizar la economía regional.

Ahora bien, si a este cifra se suma otros 25 millones que erogan los 50 mil estudiantes en alimentación, vivienda, servicios básicos, transporte y material de estudio, se concluye que mensualmente gracias a San Francisco Xavier se inyecta a la economía regional aproximadamente Bs. 70 millones.

Con esta consideración, que aun es estrecha en los números, se puede afirmar categóricamente que la Universidad no puede detener sus actividades en el Departamento, lo contrario significaría paralizar la economía chuquisaqueña. “Hemos preparado un presupuesto que necesita la Universidad para atender sus necesidades, ese presupuesto asciende a Bs. 77 MM adicionales que debe dar el gobierno a San Francisco Xavier; pero, quitándole algo que ya está consolidado, Bs. 24 MM que el gobierno mantiene como un soporte extraordinario, con ese monto mínimamente puede funcionar la Universidad y dar la vuelta la gestión; entonces, si restamos a los Bs. 77 MM, estamos exigiendo Bs. 53 MM para concluir la gestión”, explicó el rector Walter Arízaga, quien además puntualizó que los recursos exigidos se destinarán a las becas universitarias y al incremento a los trabajadores cuyo salario está muy próximo al  mínimo nacional fijado por el gobierno (Bs. 2750).

En la misma línea, la primera autoridad universitaria señaló que también se necesitan recursos para llevar adelante proyectos de  investigación de alto impacto, lo que va de la mano de la formación y capacitación del recurso humano en institutos científicos de renombre a nivel mundial; sin embargo, la falta de recursos limita desarrollar a profundidad investigaciones destinadas a la transferencia de conocimientos, aseguró.

Otro detalle, no menos importante, está relacionado con la reducción de ingresos por Coparticipación Tributaria e IDH (Impuesto Directo a los Hidrocarburos); con todo, los recursos provenientes de Fancesa (Responsabilidad social) son invertidos en proyectos que beneficiarán a la ciudad, específicamente en apoyo a la diversificación de la actividad turística.

Estado de emergencia de la Universidad Boliviana

En la Conferencia de Universidades realizada en Sucre el 27 de marzo de 2025, se aprobó que si una de las casas de estudios superiores no está de acuerdo con la propuesta del gobierno, en torno a la subvención extraordinaria, el Sistema de la Universidad Boliviana iniciará las movilizaciones. Al respecto, el rector develó que se tiene conocimiento que, luego de las negociaciones entre el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas con varias universidades, todas salieron descontentas porque el gobierno en vez de plantear un incremento, anunció la reducción de la subvención extraordinaria. Ante esta situación, se tiene que cumplir lo que aprobó la Conferencia de Universidades, o sea, el inicio de las movilizaciones.  Sin embargo, dijo el rector Arízaga, que se aguardará la reunión con el ministro de Economía y Finanzas Públicas para demostrarle el impacto de la Universidad en la economía regional y el cumplimiento de objetivos y metas estratégicos durante el pasado año.

“Que nos diga el ministro si nos dará el presupuesto que necesitamos o, por el contrario,  nos ofrece una cifra inferior; si fuera así, entonces las universidades entrarán inmediatamente en movilizaciones”, sentenció el rector Arízaga.

La causa de la crisis devela el fracasó el modelo económico

El modelo económico -que hoy languidece- inició en enero del 2006; en los hechos, cumplirá el año 2026 dos décadas de ejecución, en ese lapso, hubo un tiempo (2009 – 2015) de bonanza económica que, en criterio del rector, se despilfarró el dinero; es decir, las reservas internacionales no se invirtieron en la diversificación de la economía, más bien se utilizaron en gasto corriente y en obras suntuarias. Las consecuencias del manejo irracional de la economía se traducen en la falta de dólares que gravita en la falta de carburantes y en la inflación que, según el Fondo Monetario Internacional, llegará al 15% hasta fin de año.

“No podemos seguir así, por eso debemos exigir mejores ingresos que luego dinamizarán la economía local; en otras palabras, de los recursos que recibe la Universidad se benefician todos en Chuquisaca, desde la señora que vende pastillas o hamburguesas hasta el transporte, los alquileres, la alimentación, entre otros. Para eso necesita recursos la Universidad, para ayudar a la gente pobre a través de las actividades que desarrollamos”, acotó.

JCV