La comercialización y uso pesticidas en Bolivia están regulados por varias normas vigentes en el país, desde resoluciones administrativas y resoluciones ministeriales, la más reciente es la Resolución del SENASAG (Servicio Nacional de Sanidad Agraria) N° 03/2022 que regula el registro y control de plaguicidas químicos de uso agrícola (PQUA).

No obstante, se sabe que -en general-  muchas normas no se cumplen o no existen los mecanismos operativos para hacerlas cumplir; en el caso de los pesticidas, el tema es más preocupante porque se trata de productos químicos que, de no seguir el protocolo de venta y uso, se constituyen en una amenaza a la seguridad y salud de las personas.

Preocupados por esos antecedentes, un grupo de docentes y estudiantes de la facultad de Ciencias y Tecnología, a la cabeza de la doctora en Biotecnología y docente de la carrera de Ingeniería Ambiental, Apolonia Rodríguez Gonzales, decidió investigar las características de comercialización de pesticidas en la ciudad de Sucre; esto supuso, conocer si se cumplen las normas ligadas con este tema, las condiciones de venta y de bioseguridad

Esta iniciativa se plasmó en un proyecto de investigación presentado en el marco de la convocatoria de proyectos Semilla, auspiciada por la Universidad de San Francisco Xavier, a través de la Dirección de Investigación Ciencia y Tecnología (DICyT). Vencida la fase de selección, el estudio se puso a la marcha con la aplicación de metodologías e instrumentos de investigación; fruto de este esfuerzo se alcanzaron reveladoras conclusiones.

Al respecto, Apolonia Rodríguez indicó que varias empresas cuentan con licencia de funcionamiento del SENASAG; pero otras, aseguró la investigadora, no cumplen con ese requisito imprescindible. A partir de esa afirmación, se deduce que algunas casas comerciales estarían vendiendo  sin la debida autorización; dicho de otro modo, de manera clandestina.

En cuanto a las condiciones de venta; de igual manera, varias empresas respetan los reglamentos de funcionamiento, mientras otras lo hacen a medias o, definitivamente, hacen abstracción de esos requisitos; en otras palabras, la investigación identificó algunos lugares donde las medidas de bioseguridad y la manipulación de productos no siguen el protocolo definido para estos casos.

“Hemos logrado precisar en qué medida el comerciante de estos productos tiene cuidado al manipularlos y si transmite a los clientes la información sobre los cuidados que debe tener al momento de utilizar los pesticidas. En ambos casos, algunos vendedores siguen las medidas de bioseguridad y explican al público cómo deben utilizar; sin embargo, es preocupante que otros (comerciantes) no acatan estas obligaciones”, sostuvo Apolonia Rodríguez.

Creencias y costumbres

Gracias a la aplicación de distintos instrumentos de investigación se pudo conocer las creencias que existen en torno a las maneras de vender y utilizar los pesticidas. Una de las más arraigadas señala que al mezclar varios de ellos se garantiza su efectividad. Otra creencia muy difundida, indica que para evitar la contaminación -mientras se aplican estos productos- se debe consumir alcohol previamente.

Ambas creencias, asegura la investigadora Rodríguez, no han sido comprobadas científicamente; por tanto, mientras no haya evidencia científica que las corrobore , continuarán siendo solo creencias, sentenció.

Recomendaciones

En la parte final de proyecto, el estudio realiza varias recomendaciones vinculadas con el cumplimiento de las normas establecidas para la comercialización de pesticidas en Sucre; esto es, la licencia de funcionamiento, la manera correcta de manipular por parte de quien venda como de quien las utiliza; para llegar a ese fin, los investigadores socializaron las conclusiones del proyecto con las empresas comercializadores y entidades públicas encargadas de controlar la venta de estos productos.

JCV