Dicen que los laboratorios son como cajas de Pandora que esconden secretos, incluso –en la antigüedad- algunos pensaban que eran fábricas donde se hacían los milagros; ambas versiones no son tan disparatadas porque –excluyendo el acento místico que se le quiera dar- no cabe duda que en los laboratorios  surgen sorpresas como respuesta a la diversidad de problemas que afectan a la humanidad, a las plantas y a los animales; desde esa mirada,  se podría concluir que los laboratorios son maquinarias destinadas a fabricar respuestas y alternativas.

Por esas razones, no es extraño que los laboratorios siempre estuvieron ligados a las universidades, donde surgen los métodos y el saber científico; en otras palabras, la investigación.

Siguiendo ese impulso, la Universidad de San Francisco Xavier puso en marcha -a menos de un mes de su aprobación por el Consejo Universitario- el primer Instituto Estratégico de Investigación; una de sus primeras medidas fue inaugurar el «Laboratorio de Genómica Funcional y Evolución Molecular», dependiente de la Dirección de Investigación Ciencias y Tecnología (DICyT), está destinado a estudiar la información genética, identificar nuevos patógenos y caracterizar  virus conocidos  como el SRAS-CoV-2 , además de encontrar microorganismos que antes no fueron reportados como patógenos; es decir, explicó el encargado del laboratorio Ph.D. Oscar Rollano, que en muchas oportunidades no se sabe la causa de una enfermedad a pesar de los estudios de diagnóstico que se realizan, lo que sucede –dijo- es que a veces el causante es un microorganismo desconocido como patógeno; ahora, en este laboratorio,  se identificará y caracterizará a ese microorganismo.

“Estamos entrando al tiempo de la agricultura de precisión, de la ganadería de precisión y de la medicina de precisión, esto nos permite predecir enfermedades. Ahora, todo eso se puede detectar en este laboratorio”, resaltó Rollano.

Por su parte, el rector Walter Arízaga luego de detallar el proceso de equipamiento de este laboratorio, anticipó que en él se investigará el genoma de las plantas, de los animales y los seremos humanos para responder a distintos problemas. En eso, anunció que en enero próximo se adquirirá para este laboratorio equipos de última tecnología por un valor aproximado de cien mil dólares, también está inscrito en el presupuesto doscientos mil bolivianos destinados a la adquisición de reactivos, este monto servirá de capital de trabajo, indicó la autoridad.

“Pero no nos hemos quedado ahí, con el vicerrector teníamos que ver una fuente de financiamiento permanente destinada a la investigación que, de alguna manera, garantice la ejecución de los proyectos de impacto; bajo esa lógica, el Consejo Universitario aprobó la creación de un valor universitario de Bs. 5 para todos los trámites que se realizan en la institución, esto permitirá recaudar al año alrededor de tres millones de bolivianos que junto a los cuatro millones inscritos en el presupuesto 2025, se contará  aproximadamente con siete millones para la producción científica”, explicó el rector Arízaga.

Otro elemento importante en la construcción de la cultura investigativa al interior de la Universidad es el fortalecimiento del recurso humano calificado;en razón a ello, el Consejo Universitario aprobó en su última sesión la Convocatoria para Docentes Investigadores que trabajarán específicamente en los institutos estratégicos de investigación de la institución. Sobre el punto, el vicerrector, Erick Mita, adelantó que en días más se publicará la convocatoria.

“El talento humano es muy importante que será fortalecida con la convocatoria a concurso de méritos y exámenes de competencia para docentes investigadores, será publicada en los siguientes días o durante las primeras semanas del siguiente mes”, destacó el vicerrector Mita.

Luego de la inauguración oficial del Laboratorio de Genómica Funcional y Evolución Molecular, el director de la DICyT, Carlos Pinto, explicó las características de sus laboratorios que se encuentran en ambientes del Instituto de Tecnología de Alimentos (ITA), donde se desarrollan investigaciones en distintos campos que se materializan luego en artículos de investigación publicados en bases de datos internacionales de revistas indexadas. “Tenemos todas las capacidades, no precisamos que alguien de afuera venga a decirnos qué hacer, más bien necesitamos trabajar en equipo integrado por autoridades, docentes, administrativos y estudiantes para generar un esfuerzo y lograr un cambio, esto representa avanzar en la investigación”, apuntó Pinto.

El acto de inauguración se desarrolló el pasado miércoles en los laboratorios de la DICyT, ubicados en la el ITA.

JCV