¿Sabe usted cuántas clases de miel existen? ¿Cuál la utilidad de cada una de ellas? Son algunas preguntas que se hacen los investigadores de la Dirección de Investigación, Ciencia y Tecnología (DICyT) de la Universidad. Estas cuestionantes han sido planteadas en el proyecto de investigación llevado adelante por la especialista en Palinología (el estudio del polen de las flores) Teresa Ortuño. El objetivo es realizar la catalogación de las mieles una vez identificada la preferencia floral de las abejas.

Para cumplir este propósito, los investigadores no persiguen a estos insectos para saber el tipo de flor de su preferencia, el trabajo de campo consiste en reconocer los granos de polen lo que facilita conocer la preferencia de las abejas.

“El porcentaje específico de polen  en la miel determina las características del sabor, la densidad y el color, esto tiene que ver a la vez con la ubicación de las colmenas o cajas donde viven la abejas. Con esta información también se puede catalogar la miel de las abejas Apis mellifera y de las abejas nativas”, explicó Ortuño, al precisar que sobre la base de esta información los apicultores pueden cultivar ciertas especies de flores.

Otro de los beneficios de la investigación está ligado con la conservación del medioambiente, ya que muchas plantas o flores no son cultivadas, es decir, son especies silvestres; por tanto, el apicultor lo único que tendría que hacer es cuidar y proteger a estas plantas para que la abejas sigan extrayendo de ellas el polen.

¿Cuál la importancia de la Palinología?

Haciendo una analogía se podría comparar al polen con las huellas digitales, ahí radica su importancia porque ayuda a identificar ciertas circunstancias en la vida del ser humano y las características de un territorio; en ese orden, se tiene la Palinología de sedimento que permite identificar las peculiaridades de la vegetación de un sitio hace 100 o 1000 años. “Gracias a ese estudio se puede recrear modelos de clima; en otras palabras, así como se puede  conocer  el clima en el pasado, también es posible anticiparnos a predecir cómo será el clima en zonas específicas del planeta. Por ejemplo, varios palitógos han creado modelos que nos dicen cómo será el clima en Bolivia, todos coinciden que sufría varias sequías, por eso es muy importante conservar nuestros bosques, porque solo a través de ellos podemos contar con el microclima”, anotó la especialista.

La Palinología también está relacionada con el estudio forense, en realidad se trata de una subespecialidad dedicada al estudio del polen vinculado con homicidios, ya que el polen que queda en la ropa del autor o la víctima devela el lugar donde estuvo en un momento dado.

“Junto con una tesista hemos publicado un artículo sobre Palinología forense, que precisamente se refiere a su importancia y utilidad en la investigación”, concluyó Teresa Ortuño que realiza sus investigaciones en los laboratorios de la DICyT, ubicados en instalaciones del Instituto Tecnológico de Alimentos (ITA).

JCV