No se trató de una reunión, sino de un encuentro entre dos amigos: Mario Linares, custodio de la Casa de la Libertad y Walter Arízaga, rector de la Universidad. Dejaron atrás el protocolo y se sentaron a conversar sobre la necesidad de unir esfuerzos institucionales, con miras a conmemorar los 400 años de fundación de la Universidad; pues, además de la amistad, los vincula la historia común que guardan ambos edificios, ya que hasta los primeros lustros del siglo XIX, el edificio histórico de la facultad de Derecho y la Casa de la Libertad eran uno solo, no por nada, en la parte superior de la fachada de este repositorio cultural, se asienta imponente, el escudo tallado en piedra de la Universidad.
“La Casa de la Libertad, en el frontis, tiene el escudo de la Universidad, por tanto esta casa es de la Universidad; entonces, aquí, el rector de la Universidad es el que manda en la Casa de la Libertad… por derecho propio”, aseguró Mario Linares que, sin adelantar en concreto las actividades con las que podría participar su entidad en el programa de celebración por los 400 años, expresó su apoyo a la propuesta del rector Arízaga de conectar la casa donde se firmó el acta de fundación de Bolivia, con la parte posterior del edificio histórico de la facultad de Derecho, específicamente con el sector de la biblioteca.
“Hay muchos proyectos que me llenan de emoción y que don Walter cuenta con mi apoyo”, subrayó Linares.
Luego de conversar por algunos minutos en el despacho del custodio, se dirigieron a la Sala Jesuítica de la Casa de la libertad, donde se expone el féretro de los Doctores de Charcas y diversidad de piezas que datan de los siglos XVII, XVIII y XIX. Según puntualizó Mario Linares, es una sala donde se halla resguardada parte de la memoria de la Universidad. En eso, caminaron hasta el muro donde antes había una puerta que conectaba ambos edificios; al respecto, el rector le explicó que el proyecto no solo se reduce a abrir este espacio, sino devolverle a los ambientes que hoy ocupa la biblioteca de Derecho, las características que tenía en otrora, de esa manera convertirla en un atractivo turístico.
“Vine a conocer la parte que comunica con el antiguo patio de la facultad de Derecho. Estamos soñando con un proyecto que tiene el objetivo de conectar estos ambientes con el edificio de Derecho, para que cuando los turistas terminen de visitar la Casa de la Libertad, pasen a la Universidad y allá encuentren pinturas, documentos y objetos que testifican el desarrollo de la educación en Bolivia y la cultura de la época. Por ejemplo, hace poco encontramos en la bóveda de la Universidad, la moneda que hace alusión al tercer centenario de fundación, en 1924. También encontramos otros símbolos que queremos que la población los conozca y valore aún más a su universidad”, explicó el rector, al anunciar que el proyecto incluye la restauración total del edificio donde se fundó la Universidad. Adelantó que se derrumbarán los ambientes de reciente construcción para recuperar el diseño original de este edificio, de tal manera, dijo, devolverle su valor patrimonial.
“Como no unirnos entre la Casa de la Liberad y la Universidad para rendir homenaje a los 400 años de fundación de la Universidad, porque no solo será el cumpleaños de ella, sino del pueblo boliviano; por tanto, la celebración debe ser de todos”, concluyó la autoridad.
En encuentro finalizó con el intercambio de opiniones sobre algunos objetos que tienen relación con el pasado de la Universidad, como el escudo tallado en madera sobre el féretro de los doctores de Charcas; en tanto intercambiaban criterios, Álvaro Mota Medina, interpretaba en el clavecín algunas piezas de música barroca.
JCV