#OficinadePublicaciones La Sociedad de Becarios y Auxiliares de la Universidad de San Francisco Xavier realizó la estimación estadística sobre las condiciones de vida de los adultos mayores (de 61 años para arriba) del Departamento de Chuquisaca. El estudio, desarrollado entre el 24 y 25 de agosto de este año, muestra la proyección demográfica de este grupo etario al 2022, con relación a los censos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2001 y 2012.

Según explicó el representante de esta organización científica, Nelson Choquevillca Yupari, para llegar a estos datos se aplicó el método Aritmético lineal.

Al margen de exponer el crecimiento poblacional de 2001 al 2022, la investigación concentra su atención en varios subtemas relacionados con la residencia, el género, el estado civil, la discapacidad y la actividad laboral.

De acuerdo a esta información, la densidad creció aproximadamente en los últimos 21 años en 80%, es decir, de 43531 del 2001 a 78327 para el 2022, empero, es de hacer notar, que el crecimiento entre el censo 2001 y el efectuado el 2012 fue alrededor del 45%. Al observar los datos del INE y la proyección al 2022, se concluye que este porcentaje de crecimiento aproximado se mantiene en el lapso de los últimos 10 años. A este dato se añade que, del 100% de adultos mayores en Chuquisaca, el 55% son mujeres.

Ahora bien, el estudio da cuenta que la expectativa de vida mejoró con respecto al 2012 que era de 72 años y el 2022 alcanzaría los 79 años.

En relación a la población de la tercera edad discapacitada, esta llega al 18% del total de personas con capacidades distintas en el departamento de Chuquisaca; esto quiere decir, que de cada 100 discapacitados en Chuquisaca, 18 corresponden a personas mayores de 60 años.

La residencia de los adultos mayores estaría concentrada en un 61% en el área rural. En el plano laboral, aún trabaja el 52% y el restante 48% declara no hacerlo; sobre el punto, es preciso hacer notar que probablemente  incluye  este último porcentaje no solo a los jubilados o desocupados, también abarcaría a los comerciantes ambulantes, artesanos, trabajadores del agro, servicios domésticos o llanamente estén en la mendicidad.

La anterior información da pie para analizar los datos sobre con la actividad específica que desarrolla este grupo etario: el 62% estaría dedicada a la agricultura, seguida por “otras” labores que representa el 24%. Este indicador llama la atención porque –en su generalidad- las personas no señalan el  trabajo concreto al que se dedican porque se trata de rubros informales de la economía o forman parte de los denominados cuentapropistas. Desde esa perspectiva, si se suma la actividad agraria y “otras” labores, se puede afirmar con contundencia que más del 80% de las personas de la tercera edad continúan trabajando por su cuenta en distintos rubros o en la agricultura, es decir, no tienen la protección directa del Estado.

Estos datos se complementan con el estado civil que en un 53% afirma mantener una relación matrimonial; del otro lado, se revela que el 24% son viudos o viudas y el 15% solteros y solteras, en otras palabras, casi el 40% de las personas de la tercera edad vivirían solas o con algún familiar, lo que agravaría sus condiciones de vida.

 Ante este panorama, expuesto por los estudiantes de la Sociedad científica, becarios y auxiliares de la Universidad, saltan muchas preguntas que merecerán estudios y propuestas de políticas públicas en favor de esta población, una vez se conozcan los datos oficiales del Censo 2024.

Las personas de la tercera edad ¿Con quiénes viven o quién les asiste? ¿Qué tipo de alimentación reciben? ¿Cuál el nivel de vinculación o comunicación con sus hijos o familiares cercanos? ¿Qué facilidades proporcionan las entidades del Estado a los ancianos con algún grado de discapacidad? ¿Qué tipos de servicio de salud están a su disposición? ¿Qué actividades o trabajos desarrollan como medios de subsistencia? ¿Cuál el monto aproximado de sus ingresos económicos? y ¿Cual el promedio de gastos mensuales?

Por tratarse de una investigación con base a la estimación estadística, se la tiene que considerar como un ejercicio válido que abre el debate sobre las condiciones de vida de los adultos mayores, ahí radica su importancia en el contexto local y merecerá una especial atención a la hora de cotejarla con los resultados del Censo de población y vivienda  programado para el siguiente año.

 De acuerdo a lo manifestado por el responsable de la Sociedad Científica, este trabajo responde a un proyecto más ambicioso vinculado con el “Censo digital en tiempo real” que derivará además en estudios más delimitados como la elaboración del “Mapa de densidad de la población estudiantil en Sucre”.

JCV

Fuente: Gráfico elaborado por la Sociedad de Becarios y Auxiliares de la Universidad de San Francisco Xavier